La piel de la manzana ayuda a fortalecer los músculos

Una sustancia presente en la piel de las manzanas, el ácido ursólico, disminuye el desgaste muscular y favorece el crecimiento de los músculos. Éste ácido junto con el factor -1 y la insulina (dos hormonas que tenemos presentes en el organismo) ayudan a la incrementación de la musculatura. Además, también ayuda a reducir la grasa corporal, la glucosa en sangre, el colesterol y los triglicéridos.