A
pesar del menor tamaño que los músculos del pie poseen en comparación con los
músculos del tronco, extremidades inferiores y demás, no debemos ignorar la
importancia que estos tienen para el buen funcionamiento del organismo.
A
pesar de soportar una gran carga, ya que reciben todo el peso corporal, gozan
de gran capacidad de movimiento y nos confieren así gran movilidad en
actividades cotidianas. De esta forma y sin ir más lejos, cuando nos mantenemos
de pie, andamos, corremos… están actuando músculos del pie y de la pierna sin
apenas enterarnos. Al realizar prácticas deportivas, todas estas actividades
musculares se ven incrementadas y en muchos casos forzadas hasta el punto de
producir lesiones.
Todos
los músculos del cuerpo están sujetos a sobrecargas, contracturas y otras
lesiones, y en mayor medida los músculos del pie ya que desde que nos
levantamos hasta que nos acostamos se encuentran en funcionamiento. Por este
motivo, es recomendable mantener un cuidado sobre los músculos que nos
sustentan, que puede pasar por unos estiramientos, un masaje o un simple baño.
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